La pluma es la lengua del alma,¡Oh, memoria, enemiga mortal de mi descanso! Me moriré de viejo y no acabaré de comprender al animal bípedo que llaman hombre, cada individuo es una variedad de su especie.El retirarse no es huir, ni el esperar es cordura cuando el peligro sobrepuja a la esperanza.Cada uno es como Dios le hizo, y aún peor muchas veces.

D.Miguel de Cervantes Saavedra

domingo, 4 de septiembre de 2011

ADIÓS TRISTEZA, ADIÓS

Te arranqué de mi vida para dar la bienvenida a la nueva, te arranqué de mis pesadillas para convertirlas en sueños, te arranqué de mi piel para poder soñar con otra, te arranqué de mis deseos para convertirlos en mi tiempo, te arranqué por fín, después de tantos intentos. Tú no querías, no te dejabas arrancar, te enganchabas como una garrapata, pero por fín, llegó el día en que desinfecté la pinza y meticulosamente te agarré y te tiré al fuego, mientras ardías, se quemaban contigo mis antiguos deseos y por fin, llego la paz y el sosiego, y al día siguiente me levanté y no eché de menos tu olor, ni tus caricias, ni tus palabras. Me sentí vacía pero tranquila, estaba asustada pero esperanzada. Me asombré al volver a ver las nubes blancas y comprobar que la tormenta se había alejado, me alegré de contemplar el cielo azul que tú hacías que viera gris, volví a escuchar las voces de las gentes que tantas veces habías intentado callar y me sentí libre, tan libre que sali corriendo y gritando hasta que mi voz se apagó, mis pulmones se vaciaron y caí de rodillas junto a mi árbol, que de nuevo intentaba florecer, me senté y lloré hasta que mis ojos se cerraron y me quedé en silencio, deseando dormir, para que cuando despertara ningún sentimiento me volviera a abatir. Cuando desperté, me sentí plena, con la ilusión amanecida en mi ser, me miré al espejo y volví a ver mi sonrisa sin ser disimulada y mis ojos se fijaron de nuevo en los míos y decidieron que desde ese preciso momento no volverían a ver la vida desde otros ojos, los miedos desaparecieron, los gritos se apagaron y por fin en mucho tiempo volví a sentir la felicidad.

Nosotros mismos, somos nuestras víctimas y nuestros verdugos.


5 comentarios:

Espartana dijo...

Ainssssssss que bonito y que verdad, en mi caso, mas verdadera. Si no fuera tan largo lo publicaba en mi muro, o mejor, se lo mando por email a quien tu y yo sabemos ... Je je je. Un besooooo

alilachuli dijo...

Qué bonito amiga, qué grande eres, un besazo.

Amanda dijo...

Muchas gracias chicas!!! Besos

Celia dijo...

Pasaba por aqui y me encontre con esto que has escrito tan precioso!

Gracias por compartirlo, me quedo por aqui.

Saludos

Amanda dijo...

Gracias Celia!!! yo también me paso por tu ventana. Saludos