MIL DISCULPAS

Cuando el tiempo, el trabajo, los niños, el contrario, l@s conocidos, los estúpidos, los maleducados, los sabiondos, las buenas personas, la genial gente  y sobre todo tú misma, no te dejan ni al menos 10 (perdón, es que soy contable), minutitos al día para pensar en tí, en mi blog se traduce en un mes de sequía. Y es que queridos seguidores la vorágine en la que me veo enrollada, (pero enrrollada eeee!!!), no me abandona. Ojalá fuera como el desodorante, en fín, que ahora que he tenido un ratito me voy a poner manos a la obra y ojo!!! que quererlos ¡les quiero! y si me quieren ¡quedense!!. Besos, mil gracias.